Afrontar cada nuevo trabajo de branding para nosotros es un pequeño regalo. Un regalo que encierra un reto, que enseguida convertimos en oportunidad de crear algo nuevo. Y siempre lo tomamos con ganas, con devoción, con vehemencia. ¿Cómo iba a ser distinto este caso en el que el propio nombre del proyecto ya implicaba una afirmación rotunda?
SÍ-VITAE nace con ese impulso, con el de la decisión firme e incondicional. Un sí a la vida, al individuo, entendido como un equilibrio perfecto entre todas sus caras. La interna y la externa. Lo visible y lo invisible.
Así nace su identidad, buscando ese equilibrio sin generar tensiones, haciendo perceptible lo invisible. Y la marca y su filosofía y valores son los de sus creadores, comprometidos con la salud y el bienestar. Gente que confía en su método, moderno, técnico y a la vez humano. Personas que confían y defienden lo que hacen, con formación, experiencia y una firme convicción en su resultado. Por eso ellos son quienes te animan y guían en este proceso hacia el bienestar físico, porque saben que el camino puede resultar duro, pero es necesario. Así que el lenguaje de SÍ-VIATE tiene que construirse sobre estas bases, sin estridencias, sin ruidos, de manera aséptica. Todas las piezas emplean texturas de acuarela, en un único color corporativo, apropiándose de los blancos como parte de su esencia. Porque SÍ-VITAE es resultado, una guía para alcanzarlo, y el resultado es suave, sedoso, atractivo y deseable. Los laminados y acabados en barniz mate combinados con reservas UVI en brillo inciden en este juego de vista y tacto, aportando todavía mayor sensación de profesionalidad y elegancia….