Dentro de la creatividad y el diseño, el cartel es uno de nuestros soportes favoritos, un grito en una pared que nos permite desarrollar la magia de la imagen y sus mil palabras. Cartel y diseño, póster y música. Parejas de baile que en este caso danzan al son de la prosa y la poesía en asturiano hechas música.
Qué mundo más bonito éste. Tradición, creencias, colores y emociones desprendidos de las notas musicales de violines, gaitas, guitarras, flautas…En resumen, toda una expresión artística que debíamos representar, según nuestro criterio, de una manera también artística. Para ello excavamos hasta encontrar las raíces del expresionismo, corriente artística de origen europeo, nacida a principios del S. XX, y que se caracteriza por la intensidad de la expresión de los sentimientos y las sensaciones.
Imitando este estilo que tan bien se ajustaba a lo que queríamos transmitir, elegimos un instrumento que asociamos al mundo folk como protagonista. El violín nos guía con su sonido de piezas de colores por el cartel, rasgado por un arco a su vez conducido por unas manos que nacen de la nada, pues son las de todos. Las del alma.
Una gama de colores cálidos, fuertes, fuego, que contrastan con unos detalles de azul turquesa y que, en conjunto, recuerdan a los elementos naturales (agua, aire, sol, tierra).
Aquí el resultado, sobre fondo blanco y sobre fondo azul.
