Un coach de vida es alguien que te escucha, te habla, te comprende, empatiza, asimila y despierta. Alguien cercano, de mirada amable y voz suavemente atronadora. Que te ayuda a despertar, te hace ver además de mirar. Alguien que te habla con humana franqueza, normalmente aterradora.
El trabajo de branding para alguien como Iván Ojanguren exige captar su espíritu, después es dejar que la mente y las manos trabajen solas, al son de las experiencias. Así surge un trabajo basado en líneas a mano alzada y tonos pastel. Una identidad suave, sin aristas, pero redonda y llena de significado. Unas iniciales que a su vez construyen un camino y un punto que no es nada más y nada menos que objetivo. Y para alguien cuya herramienta de trabajo son las sabias palabras, incluimos un trabajo de lettering personalizado con frases alentadoras que dan vida a papelería, cartelería, web y material divulgativo. Un branding hecho a pulso, latido a latido.