Traducir a un logotipo, isotipo, imagotipo, logosímbolo o lo que surja, la identidad y personalidades que se esconden tras el nombre de un grupo de música es tan fácil como difícil. Pero siempre estimulante.
Sólo hay que escuchar, sentir e indagar un poco en las influencias de cada uno. A veces surge una tipografía propia, una caligrafía, como en el caso de Black Diamonds, acompañado de una chistera como icono de la elegancia musical más underground de los ’70. Otras veces un trazo, que serpentea mordiendo letras hasta crear un símbolo, canalla y rockero, como la Familia Culebra. Música, diseño, arte, en definitiva… creatividad sobre creatividades!